El queso, el mejor acompañamiento para tus recetas
El queso es un producto tan versátil que puede incorporarse tanta a recetas dulces como saladas, sin duda, éste nos ofrece un amplio abanico de combinaciones culinarias.
El queso es uno de los productos con más variaciones que podemos encontrar: se fabrica con leche de muchos animales, desde vacas hasta yaks; se modifica su sabor gracias al trabajo de mohos y bacterias; se añaden especias, se deja fermentar, madura más o menos tiempo dando lugar a quesos tiernos, semi o curados…
¡Hay muchísimas formas de conseguir quesos, cada una de ellas con su propio sabor, textura y características nutricionales! Y por este motivo, el queso es uno de los acompañamientos más versátiles a la hora de preparar todo tipo de recetas.
Algunos usos del queso en la cocina
Gratinados
Mozzarella, brie o camembert son algunos de los quesos más idóneos para gratinar todo tipo de platos: pasta, pero también calabacines, berenjenas, coliflor y todo lo que te apetezca.
Salsas
Los quesos cremosos o semicurados, con un contenido más elevado en grasa, son idóneos para elaborar salsas porque el calor hace que se deshagan con facilidad. Puedes elaborar salsas con todo tipo de quesos: azul, cuatro quesos, con cheddar… El denominador común es que lo agregues casi al final de la cocción a fuego lento y remuevas constantemente para evitar que se pegue.
Postres
El queso crema o el mascarpone son algunos de los más habituales, pero quesos fuertes como el cabrales también pueden protagonizar atrevidas y deliciosas propuestas si los acompañas de fruta o mermeladas, por ejemplo.
Ensaladas
Aquí, manda el gusto de cada cocinero. Desde queso feta hasta mozzarella pasando por quesos curados de todo tipo, es un ingrediente que dará un toque único y personal a cada ensalada.
Pan, tostadas y canapés
¿A quién no le encanta disfrutar de una deliciosa rebanada de pan tostado con tomate acompañado de un delicioso queso curado? ¿O una suave tostada cubierta de queso crema? ¿O un elaborado canapé de roquefort con nueces) El queso, por sí mismo, puede convertirse en el protagonista de todo tipo de recetas.
Los diferentes maridajes del queso
Como ya hemos comentado antes, el queso es el acompañante perfecto para pan, tostadas, galletas y semejantes. Como norma general, recuerda que cuanto más suave sea el queso menos salado tendrá que ser el pan para que se aprecie bien el sabor. Pero además, puedes combinar el queso con muchísimos otros alimentos que, quizá, ni siquiera se te habían pasado por la cabeza. Aquí van unos cuantos:
Fruta fresca. Manzanas, higos o uvas encajan a la perfección con quesos de tipo Idiazábal, azules o manchegos. Para los quesos más cremosos, los frutos del bosque serán un complemento ideal.
Frutas desecadas. Si nunca te has atrevido a probar los higos secos, los dátiles o las pasas con un buen queso azul, ¡no sabes la delicia que te estás perdiendo!
Miel. Tanto con quesos frescos como con quesos azules, realzará y potenciará su sabor. Una propuesta tan atrevida como deliciosa.
Como ves, hay una gama casi ilimitada de opciones con las que utilizar el queso en tus recetas. ¡Ahora, solo te queda innovar y decidir cuáles son tus preferidas!