Cinco aspectos que diferencian al queso de cabra y el de oveja
Perfecto para acompañar cualquier menú o para tomarlo solo con una copa de vino, el queso es uno de nuestros productos estrella en España. Alimento elaborado al cuajar la leche de vaca, cabra, oveja, búfala, camella u otros mamíferos rumiantes, posee diferentes texturas, sabores, olores y nombres.
Queso de cabra vs queso de oveja
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Lo
más visible: su aspecto. Mientras el
queso de cabra es semi-blando, el de oveja es algo más consistente y su masa,
más cremosa.
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Lo
más determinante: su sabor. Aunque
ambos sean fuertes e intensos, el queso de cabra posee un toque algo más ácido
que el de oveja, más fuerte. Éste, sin embargo, es más aceitoso.
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El
tipo de animal del que se extrae la leche. Aunque sea algo obvio, es necesario determinar que cada uno procede
de distintos tipos de animales, con un pasto diferente según la zona y la
comarca, y por ello sus leches son distintas.
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Los
nutrientes de su leche. La leche de
cabra es una leche rica en proteínas, calcio y vitamina D; y la de oveja lo es
en hierro, en vitaminas A, B, C y K, y posee un 80% más de calcio, el doble de
grasa y menos colesterol. De esta forma, si se busca un queso rico en vitaminas
y proteínas, se deberá optar por el de oveja, mientras que si se prefiere uno
rico en proteínas y bajo en potasio, el de cabra será el mejor.
● Cómo se consume. Por último, el consumo de uno y otro no suele ser el
mismo por todo lo anterior. El queso de cabra es perfecto como ingrediente para
hacer pizzas, pastas, ensaladas, acompañar con mermelada o hacerlo frito. Sin
embargo, el de oveja, por su sabor más intenso, suele tomarse solo o
acompañando a pastas y arroces, en menor cantidad.